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CBD y Obesidad. ¿Puede el CBD ayudarte a controlar el peso?.

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Descubre la sinergia entre CBD y el control de peso. El cannabidiol, conocido como CBD, ha emergido como un compuesto natural de gran renombre en el universo de la salud holística. Proveniente de la planta de cannabis, el CBD forma parte de los cannabinoides, y su popularidad ha crecido considerablemente. Aunque el CBD ha sido asociado con beneficios como combatir el acné y aliviar la ansiedad, su potencial para la pérdida de peso ha capturado la atención. ¿Realmente tiene un impacto significativo?

Más allá de sus aplicaciones variadas, los científicos exploran cómo el CBD puede influir en la pérdida de peso y la mitigación de problemas vinculados, como la diabetes y desórdenes metabólicos. En las siguientes secciones, examinaremos minuciosamente la relación entre el CBD y la gestión del peso, desentrañando si la ciencia respalda las afirmaciones promocionales.


CBD y obesidad: ¿Una nueva esperanza en el control del peso?

La obesidad se ha convertido en un problema global que sigue en aumento, afectando a millones de personas en todo el mundo. Según la World Obesity Federation, se estima que para el 2035, una de cada cuatro personas podría padecerla. Este panorama es alarmante, ya que la obesidad está estrechamente ligada a complicaciones graves de salud, como enfermedades cardiovasculares, problemas mentales, diabetes, hígado graso no alcohólico, dislipidemias, síndrome metabólico e incluso diversos tipos de cáncer.

Aunque muchos asocian la obesidad únicamente con una mala alimentación, la realidad es mucho más compleja. Es un problema multifactorial en el que influyen aspectos genéticos, condiciones mentales, factores socioeconómicos y el limitado acceso a alimentos saludables.

El enfoque tradicional para combatir la obesidad

El tratamiento de la obesidad se aborda desde un enfoque multidisciplinario que busca reducir el tejido adiposo mediante cambios en el estilo de vida, intervenciones farmacológicas y, en algunos casos, cirugías. Estas estrategias, aunque efectivas en ciertos casos, todavía presentan grandes desafíos.

Los métodos no invasivos, aunque seguros, suelen ser lentos y pueden traer efectos secundarios incómodos, como dolores de cabeza, adicción o problemas cardíacos. Por otro lado, los procedimientos quirúrgicos son rápidos, pero a menudo limitan la dieta del paciente y pueden provocar molestias persistentes como la gastritis crónica.

Ante estas limitaciones, han surgido nuevas alternativas para combatir la obesidad, y una de las más prometedoras es el CBD (cannabidiol), un componente no psicoactivo del cannabis.

CBD y su impacto en la grasa corporal

En 2016, un equipo de investigadores en Corea publicó un estudio en Molecular and Cellular Biochemistry, donde se reveló el potencial del CBD para actuar sobre las células grasas o preadipocitos. Según el estudio, el CBD tiene la capacidad de:

  1. Aumentar la quema de calorías: Estimula el metabolismo energético.
  2. Descomponer la grasa existente: Promueve la degradación de lípidos.
  3. Reducir la creación de nuevas células grasas: Inhibe mecanismos que generan más tejido adiposo.

Una de las ideas más interesantes es que, a diferencia del THC (el componente psicoactivo del cannabis que estimula el apetito), el CBD podría ayudar a reducir el apetito. Esto se debe a que interactúa con los receptores CB1, bloqueando su activación y, por ende, evitando el exceso de comida.

Además, investigaciones sugieren que el CBD podría transformar la grasa «mala» (grasa blanca) en grasa «buena» (grasa marrón). La grasa marrón es más activa metabólicamente y ayuda al cuerpo a quemar energía en forma de calor, lo cual podría facilitar la pérdida de peso.

CBD, sistema endocannabinoide y pérdida de peso

El mecanismo por el cual el CBD podría influir en la pérdida de peso es intrincado y radica en su interacción con el sistema biológico. El cuerpo humano dispone un sistema endocannabinoide intrínseco que responde a diversos compuestos a través de dos receptores cannabinoides (CB): CB1 y CB2

Mayoritariamente asentados en el cerebro y el sistema nervioso central, los receptores CB1 son escasos en otras áreas del cuerpo. Por el contrario, los receptores CB2 están presentes en todo el organismo.

Curiosamente, en individuos aquejados de obesidad, los receptores CB1 se manifiestan de manera más generalizada, especialmente en el tejido adiposo. Esta observación sugiere una posible conexión entre la activación de los receptores CB1 y la obesidad.

No obstante, el CBD no activa directamente los receptores CB, sino que influye en los cannabinoides endógenos del cuerpo, modulando la activación o bloqueo de los receptores. Este proceso podría desempeñar una función crucial en la gestión de peso y otros procesos metabólicos esenciales.

La literatura científica sostiene ciertas pruebas que respaldan la noción de que el CBD puede coadyuvar en la reducción de peso y en la prevención de desórdenes metabólicos.

Hay una relación bastante importante entre el sistema endocannabinoide y la alimentación o la conducta que tienen las personas al consumir alimentos. Por ello, se tiene en cuenta que el instinto de consumir de alimentos es lo más elemental con respecto a la supervivencia, desde el punto de vista conductual. En cambio, si se establece desde el punto de vista biológico, el consumo está influido por factores: culturales, genéticos, emocionales y sociales. Los endocannabinoides parecen regular el equilibrio energético y la ingesta de alimentos en cuatro niveles funcionales dentro del cerebro y la periferia:

  • 1. Sistema límbico (para la evaluación hedónica de los alimentos)
  • 2. Hipotálamo y encéfalo (funciones integradoras)
  • 3. Sistema intestinal
  • 4. Tejido adiposo. 

Recientemente se ha documentado que la obesidad y sus complicaciones están asociadas con una hiperactividad del SEC en el ámbito central y periférico. El rimonabant, el primer representante de los antagonistas de los receptores CB1, ha demostrado cambios favorables en los valores de lípidos plasmáticos, en la mejoría del control glucémico en pacientes prediabéticos y con diabetes mellitus tipo 2, así como una reducción importante del peso y de la circunferencia abdominal.

Sin embargo, resulta conveniente señalar que debido a la presentación de casos con depresión con tratamiento con rimonabant, se necesitan nuevos estudios de seguimiento más prolongados que confirmen tanto los efectos favorables, como los adversos del fármaco, antes de que pueda establecerse como tratamiento habitual de la obesidad y de la comorbilidad asociada, cuestión que ya ha indicado la Food and Drug Administration.

El CBD podría reducir el apetito

Diversas investigaciones apuntan a que el CBD ayuda a regular el apetito. De manera equivocada, existe una creencia en la sociedad de que el cannabidiol acrecienta la sensación de hambre.

Esta idea es errónea y derivada de que el THC activa los receptores CB1 en el cuerpo, causando muchos efectos, incluyendo la estimulación del apetito. A diferencia de lo que se cree, el CBD no contiene THC por lo que la toma de cannabidiol no va a afectar al apetito.

En realidad, el CBD no desactiva los receptores CB1, pero puede influir en otras moléculas para bloquearlos. Apagar estos receptores ayuda a que la sensación de hambre sea menor y evita comer en exceso en algunas personas. De hecho, un estudio en animales más antiguo de 2012 encontró que la exposición al CBD redujo el apetito en las ratas. 

Según la Sociedad Chilena de Obesidad de El CBD, por otro lado, ha mostrado su potencial para reducir la inflamación y promover la saciedad. Sin embargo, debido a su interacción con más de 50 receptores biológicos diferentes, el mecanismo de acción preciso sigue siendo difícil de determinar. A pesar de este desafío, los científicos de 180 Life Sciences Corp. han presentado una hipótesis que sugiere que el CBD y el GLP-1 podrían activar una vía neurológica compartida que conecta el intestino y el cerebro. Vale la pena señalar que estos dos fármacos poseen estructuras muy diferentes, por lo que es poco probable que se unan a un receptor común.

Si esta hipótesis resulta ser cierta, el CBD podría surgir como una alternativa significativamente más asequible con menos efectos secundarios en comparación con los agonistas de GLP-1 para la reducción de peso.

CBD y el tejido adiposo

En el Institute for Obesity Research se lleva a cabo una línea de investigación centrada en estudiar los efectos del CBD sobre las células que conforman al tejido graso o tejido adiposo, profundizando en las características moleculares y funcionales de los organismos. 

Los principales hallazgos de la investigación han demostrado que el CBD modula la expresión de genes asociados a mejorar la función de las células que conforman al tejido adiposo, es decir, favorece el manejo de las grasas al regular la producción de triglicéridos y atenuando la inflamación. Se trata de efectos observados en los protocolos de investigación, pero aún no se han estudiado en relación con el uso de productos comerciales.

Esta investigación en curso sustenta la aplicación del CBD para tratar la obesidad y abre dos campos de estudio: ¿Cómo responden las células que comprenden al tejido adiposo cuando se estimulan con CBD? y ¿cómo podría repercutir esto en el tratamiento de la obesidad?

Al tratar la obesidad debemos reducir la grasa del cuerpo —aclarando que la grasa es necesaria para la vida, pero frente a una enfermedad como la obesidad es necesario reducirla—.  Esto puede lograrse mediante estrategias, como la eliminación de las células que conforman al tejido (induciendo muerte celular), inhibiendo su proliferación o modulando el proceso de diferenciación para mejorar su función.

Un estudio de 2016 ayuda a convertir la grasa blanca o “mala” en grasa marrón, lo que puede ayudar al cuerpo a quemar calorías. Los investigadores descubrieron que el CBD desempeña múltiples funciones en la forma en que el cuerpo interactúa con la grasa.

El CBD no solo ayudó a convertir las células de grasa blanca en células de grasa marrón, sino que también estimuló al cuerpo a descomponer las grasas de manera más eficiente.

Los investigadores señalan que el CBD puede ser una terapia prometedora para prevenir la obesidad, pero se necesitan más estudios en humanos.

El CBD reduce el riesgo de trastornos metabólicos

Como señalan otras investigaciones de 2018 , existe un vínculo estrecho entre la obesidad y varios trastornos metabólicos, como la diabetes tipo 2 , la presión arterial alta y el colesterol alto .

La hiperactivación de los receptores CB en el cuerpo puede ser en parte responsable de esto. La hiperactivación de los receptores CB1 en el tejido adiposo en todo el cuerpo podría contribuir a la obesidad y a los riesgos metabólicos.

El CBD ayuda a bloquear los receptores CB1, lo que significa que podría reducir el riesgo de obesidad.

Una revisión en Cannabis and Cannabinoid Research también señala algunos aspectos destacados de estudios anteriores sobre el CBD y los factores metabólicos, principalmente en modelos animales.

Por ejemplo, un tratamiento con CBD redujo el colesterol total en un 25 por ciento en ratas obesas. Los efectos antiinflamatorios y antioxidantes del CBD también parecieron disminuir los niveles de azúcar en la sangre y aumentar los marcadores para la salud del hígado.

 Es posible adelgazar con el CBD

Empecemos con una premisa. No existen «varitas mágicas» para perder peso en poco tiempo y sin ningún esfuerzo, y un producto o sustancia concreta -en este caso el CBD- no debe elevarse a remedio inmediato de los kilos de más.

Una dieta saludable, tal vez acordada con su dietista, y una actividad física regular son los ingredientes para una pérdida de peso eficaz y saludable.

El CBD no es la solución definitiva para perder peso. Puede ayudar a este hecho, pero comer de manera saludable y hacer ejercicio son también parte fundamental para la pérdida de peso y para una vida saludable.

Hay que tener en cuenta que el CBD no es un tratamiento para la obesidad. Una persona que añade CBD a su plan de pérdida de peso sin hacer ejercicio y comer saludablemente es muy probable que no tenga beneficios. Además, no todos los cuerpos son iguales, y cada persona puede necesitar una dosis ligeramente diferente.

En caso de utilizarse el CBD como ayuda para la regulación del peso, lo ideal es que sea de extracto de espectro completo.

La planta del cáñamo contiene otros elementos, a parte del CBD, que ayudan a este en su función. Algunos, como los terpenos en el aceite esencial de la planta, ayudan al CBD a ser absorbido por el tracto intestinal, a pasar la barrera hematoencefálica o a retardar la descomposición del CBD por el hígado. Este hecho se denomina efecto de séquito. ( presentes en aceites full spectrum y flores CBD)

Ver ¿Qué son los terpenos?

Aceites CBD full spectrum

Ver más aceites CBD

Riesgos y consideraciones para el uso de CBD.

Comer saludablemente y hacer ejercicio son partes importantes de cualquier plan de pérdida de peso. Si bien los resultados iniciales de los estudios sobre el CBD y la pérdida de peso presentan algunas sugerencias prometedoras, hay algunas cosas importantes a considerar.

  • El CBD, o cualquier otro compuesto, suplemento o medicamento, no es un tratamiento para la obesidad. Estos suplementos y compuestos no reemplazan una dieta saludable y ejercicio regular.
  • Una persona que agrega CBD a su plan de pérdida de peso sin hacer ejercicio y comer saludablemente puede no ver ningún beneficio.
  • En el mejor de los casos, las personas pueden considerar el CBD como una terapia complementaria. No todos los cuerpos son iguales, y cada persona puede necesitar una dosis ligeramente diferente.
  • Alguien con más peso corporal o alguien que usa cannabis regularmente puede necesitar una dosis más alta, mientras que alguien que es muy sensible al cannabis o al CBD solo puede necesitar una cantidad muy pequeña para que el compuesto sea efectivo.
  • Es mejor trabajar directamente con un médico cuando use CBD para bajar de peso. Los médicos querrán hablar sobre cualquier otro medicamento que esté tomando la persona, ya que el CBD puede causar interacciones adversas.

Los resultados iniciales de los estudios sobre el CBD y la pérdida de peso son prometedores y pueden provocar más investigaciones sobre la conexión entre ellos.

El CBD puede ser útil para las personas que buscan perder peso, quemar calorías o suprimir el apetito, pero es vital no exagerar estas afirmaciones.

Una dieta saludable y mucho ejercicio siguen siendo las mejores estrategias para perder peso.

Recuerda: El CBD no debe reemplazar ningún otro medicamento que una persona esté tomando para afecciones crónicas. Las personas deben hablar con un médico antes de usar CBD por cualquier motivo, ya que puede interactuar con sus medicamentos existentes.

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